El día 29 iba a ser mio y solo mío, tenía desde las 7 de la mañana hasta la noche para llegar simplemente hasta Barcelona. Podía ir porque quisiera tardar lo que quisiera, pararme donde me diera la gana y con esa intención iba.
Salí aun de madrugada , ya con la moto completamente preparada como un profesional, esta vez ya se acabaron las pruebas ahora iniciaba la parte motera del viaje.
Para hacerlo oficial me hice una foto en Royal Enfield Valencia y luego me fui a la Ciudad de las Artes y de las Ciencias a espera a que el sol me diera el pistoletazo de salida.
Allí estaba yo junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias que la verdad es precioso.
Y cuando amanece mucho más.
Esperé hasta el momento justo esta vez ya venía con la lección aprendida, me había venido muy bien el viaje a Cuenca. Totalmente abrigado ,todo cargado , todo preparado, todos los USB estaban conectados y el teléfono con la ruta marcada, todo perfectamente pero... y siempre hay un pero en cualquier viaje ,me falló la salida Valencia, intente utilizar la salida de la carretera antigua de Barcelona pero de carretera de antigua tiene poco y está llena de coches que encima a horario de inicio del trabajo es imposible.
Pero bueno el buen viajero sabe adaptarse tanto a los imprevistos como a sus propios errores y sacar de ello lo mejor, y un buen desayuno en tierras valencianas, era buena idea.
Fui a parar a Emperador y me tomé un buen desayuno que me sirvieron dos emperadoras. Una de ellas me explico detalladamente que me encontraba en el pueblo más pequeño en término municipal de España y la verdad es que era cierto y muy divertido.
Allí me quite la primera capa de cebolla porque ese día estaba siendo muy agradable, hacía frío pero no como la otra vez, era totalmente soportable, incluso a mediodía llegó a hacer un poco de calor.
La verdad es que hasta que no llegué a Jérica no hacía más que intentar evitar que la carretera me metiera una y otra vez en la autopista.
Ese día aprendí algo para los viajes, cuando tienes que salir entrar o pasar por una gran ciudad o te buscas muy bien la ruta o mejor coger la autopista para salir de allí lo antes posible . En Barcelona no me pasó , pero Marsella y Genova me las comí también con patatas y hora punta.
Cuando llegue a Jérica empezó lo bueno ! ahí sí que sí ! carretera perfecta curvas enlazadas serpenteantes y nadie en una carretera asfalto de calidad.
En Montar me baje para darle gracias al gran Dios quetzalcoatl por haber hecho carreteras a su imagen y semejanza .
Y no solo la carretera te hacía estar sonriendo todo el rato sino que el paisaje era precioso. Eso me lo recordó Daniel González Guarinos cuando al leer un post mio me dijo que iba muy rápido y tenia razón , me habia metido en un rollo deportivo, muy escitante pero con poco que ver con mis intenciones de ese dia. Así que me lo plantee y empecé a ir más lento y observar más el paisaje.
En teoría no iba a subir a la Virgen de la Vega pero vi que la carretera la buena y asi que allí me dirigí además hacía buen día . Iba un poco perdido y decidi ocultar mi gps, y preguntar en un pueblo Rubielos de Mora, alli me encontré dos BMW Gs que venían totalmente pertrechados , les pregunté por la mejor ruta para mi viaje y ellos me ayudaron, a veces el gps te manda por donde tu no quieres asi que ya pronto decidi que en este viaje las ordenes del GPS no serian sino sutiles consejos para mi. Luego decidí subirme hasta la estación de esquí de Valdelinares, !impresionante macho! la moto tiraba unos dignos 80Km/h en la subida, me adelantaron las BMW pasándome con un saludo respetuoso. (Carretera del Karakórum = 4693mts, Valdelinares = 1700mts)
Me perdí un poco y apareci en un pueblo con unas vistas impresionantes , Gudar , tuve que dar la vuelta y volver en otra dirección intentaba llegar a Morella para comer allí pasé por Cantalavieja y vi a esas dos BMW que se habían parado a comer. Yo seguí hacia Morella , cuando llegue me retorcí por sus caminos amurallados intentando buscar un sitio donde comer y nada la verdad es que era difícil llegar con la moto hasta arroba, y como venía cargado a tope no quería dejar la moto sola por ahí.
Pero muchas veces lo que es un fallo luego se convierte en un acierto y casi sin que tu hagas nada , paré en el siguiente pueblo Monroyo que resulto ser una maravilla. El bar era muy agradable, solecito buena comida , una gasolinera al la salida, la moto bien a la vista para que te den cumplidos mientras te aprietas unas croquetitas con una cerveza helada, ya sabes la vida dura del nomada.
Pos si fuera poco de allí me dieron las indicaciones para ir a Miravet , el camarero no era motero pero me indicó una carretera muy buena, me dijo: "esa carretera te va a gustar por la moto que llevas."
y acertó
Pues si que era así, la carretera que era preciosa , supongo que se refleja en la cara que llevo , después de curvear todo el día entre los lienzos brillantes de la primavera y llegando al que podría ser el pueblo mas bonito de España.
y de ahí me fui a Sant Pere de Rives donde me esperaba mi amigo Albert , un bar, un plato de bravas y una par de cervezas. Y como ruido de fondo las expresiones de la chavalada allí reunida en el pueblo admirando esa extraña moto salida de una peli de la segunda guerra mundial. y para rematar llego Albert con su Harley afinada en Do , Do Do.
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