El 24 amaneció fácil, en casa de mi primo con ducha y un buen descanso en cama amiga, después de la paliza en moto del día anterior no tenia ni un mínimo achaque.
Salimos pronto a desayunar, convencido de que el día iba a ser facilón, al fin y al cabo tenia 4 horas para hacer 110 km que conocía perfectamente.
Solo una cosilla antes de marchar , un par de ritos y nos vamos. No soy católico ni supersticioso, y espero que tu (el Fernando de 80 años) tampoco lo seas, porque sino , joder que equivocado he vivido .no?
El caso es que lo hacia nuestro padre y ya sabes que él tampoco era de vestir santos precisamente. y bueno lo considero un canal por el que estar unido a la parte de él que siempre quedara en mi.
Cuando voy a sitios como la Font Santa a bautizar un vehículo es como si hablara directamente con mis emociones, con todos los recuerdos de él que se agrupan en mi subconsciente apartando el resto de la realidad y estableciendo una conversación entre mi yo racional y mi yo espiritual, que en este caso es él. (espero que no estemos tan carcas como para habernos liao con este rollete)
Después de peregrinar a horas intempestivas por un par de cafeterías cerradas acabamos en el único bar abierto , lleno de gente que se chutaba su cafeína matutina para poder ir a currar, y a los que mi primo saludaba con colegueo. Ya sabes que es un tío muy majo de los que habla con el doctor o el paleta con respeto e igualdad, esas personas que son honestas y lo serán aun en el peor de los casos, me recuerda a mi hermana Amparo en eso .
Salí directo a la Font Santa con bastante frió , pero como era cerca y tenia todo el subidón de la nueva moto , nada me iba a parar.
Allí bautice a la moto. Antes de conocerle sabia que iba a ser un nombre masculino, porque iba a ser un compañero de viaje , alguien a mi lado en todo que empujara cuando yo no tuviera fuerzas, alguien con quien compartir las vistas, las gentes.
Resultó ser un compañero de viaje aguerrido, mas de lo que esperaba, subiendo las montañas con una potencia y constancia impresionante, cuando yo me quedaba atrás, y entraba con una marcha mas larga de lo que debía , él apretaba los dientes y empujaba desde lo mas bajo de su motor, con un pop pop pop me sacaba del apuro . Esto me hizo pensar en un compañero de expedición y me vino a la mente la pareja mas famosa Tenzin y Hyllary, que compartieron hasta el fin la subida al Everest . Tenzin, ya me gustaba lo poco que sabia de su historia pero al llegar a casa de mi primo estuve leyendo sobre él y aun me gusto mas para nombre de la moto, se trataba de un hombre tenaz duro y ademas cuando me enteré que su nombre real era otro y que le rebautizaron como Tenzing Norgay , y es algo así como afortunado me gusto mas aun.
Así que la otrora Royal Enfield battle green por arte del agua del manantial de la Font Santa de Teulada paso a llamarse Tenzing Norgay, y yo disfruté de un amanecer en compañía de mi nueva moto y de mi padre.
Luego decidí dar un poco de vuelta por Moraira y el Portet, no podía desaprovechar la ocasión para hacer la primera foto junto al mar mediterráneo , y mas aun en Moraira , dos sitios que marcaron toda mi vida , no esta de mas presentárselos al recién nacido Norgay.
El viaje fue frió, monótono, y con un cielo triste, al menos era corto, pero no podía ir a mas de 80 Km/h , recuerdo que cuando no estaba cagándome en la ostia por el puto frió, ni flipando con la maravilla de moto que me acompañaba, me puse a hablar solo como un loco, a inventar lenguas y a cobrar a la gente por su uso, la paranoia acabo intentando ver cual de los idiomas conocidos era mas monetizable , en términos de cantidad de silabas para decir lo mismo...........bueno .... seguramente a mas de un montañero en medio de la soledad y el frió , le ha pasado estas cosas.
Deje a Norgay en el concesionario de valencia para la revision y que me cambiaran
"los dos trucos secretos secretisimos que solo los expertos en Royal Enfield saben que se van a romper y hay que cambiar si o si , porque esta moto hay que tunearla porque es india"
o mejor dicho
"dos tontunas de hipster pijo"
se callaron y me lo hicieron con un "si sahib" que ya me tenia que haber puesto en guardia.
Descanso a medio día y a recoger la moto por la tarde, en la que conocí a quien iba a ser la sorpresa del día siguiente.
Mientras esperaba a mi moto me encontré con Carlos y Alberto , dos riders valencianos, con Carlos había mantenido contacto virtual y ya me pareció un tipo caval, a alberto no lo conocía y la verdad me sorprendió un poco, !hablaba mas que yo! decía muchas cosas, que si todo lo blanco mata, que si tal o cual, realmente de algunas sabia mucho , he de decir en su descarga que había dejado el tabaco hace poco, y que parecía un tipo sincero, de los que saben de todo , pero no intentan metertela.
El caso que preparamos el viaje de !me voy a cuenca! y hablamos casi de todo. quedamos al día siguiente a las 7:00 de la mañana listos a morir en el intento.
La cena con mi Bro y Ana me hizo otra vez sentirme en familia. que bien vienen esas cosas cuando uno esta cada día en un sitio .ademas al principio de un viaje te dan confianza y te ayuda a sentir que ellos van contigo de alguna manera.
No se si fue en una película o un libro o simplemente me lo he inventado, me pasa a veces y supongo que a ti con 80 te pasará mas, pero el tema es que hay una leyenda que en el momento que cuentas una historia pasada o un viaje futuro a alguien lo haces parte de el viaje, o cómplice de el pasado.
Algo así como que las fotos roban parte del alma del fotografiado. En cierta medida es así , al contar una historia esta entra dentro de los recuerdos de la otra persona, se modifica con su propia interpretación, y en caso de un viaje, también rellena los huecos de la historia con su imaginación. De alguna forma le has robado parte de su esencia al introducirlo en el relato del viaje.
Por eso cuando vas en la moto al día o días posteriores , en la soledad de las carreteras con el hipnotico popopop del motor y el balanceo de las suaves curvas, te vuelve al pensamiento aquellas personas, imágenes de las conversaciones que has tenido y las saboreas , volviendo a sentir las mismas emociones que en aquellos momentos.
Especialmente en el tramo que hice al atardecer en un bosquecillo mediterraneo cercano a la costa del sur de Francia, me vinieron todos esos nombres, Mavi, Alberto, Francisco, Antonio, Francis, Carlos, Xavi, Ana, Victor, Paco, Albert, Pili, Dani, Koke y por supuesto Merche. En aquel momento no pude mas que frenar, salir de la carretera y darle gracias a todo y a todos.
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