Ya hace tiempo que en mis
conversaciones moteras, tanto presenciales como virtuales suele salir
a colación el Stelvio o North cap, como la muescas de la culata de un
revolver o las cintas de la capa de un tuno.
Mi interés sobre Stelvio
aumento en el momento que supe que venia a vivir a Bologna, creo que
he hecho cien o doscientos planes distintos de viaje, de un día, de
dos, de semanas, con gente, solo, pero nunca acababan cuajando, entre
la temida meteorología cambiante de los alpes, y los avisos de
alejarme de allí los fines de semana por peligro de “avalancha
motera” acababan los planes en la papelera de reciclaje de windows.
Esta vez fue mas fácil porque tenia el
momento perfecto y porque tenia plan alternativo en caso de encontrar
masiva afluencia en el paso, así que me fui para allá con la Royal Enfield, menos mal que no me lleve la K1 ,porque las tornantes son
realmente duras y hubiera acabado con los antebrazos como alambres .
Ataqué el Stelvio desde Bormio a las
8:00 de la mañana del viernes 7 de julio, muy tranquilo , expectante
ante lo desconocido y disfrutando de cada paisaje y cada curva, me
llevo casi 2 horas llegar a Prato allo Stelvio, y la verdad es que
mereció la pena, NADA DE TRAFICO, podía permitirme bajar la velocidad
casi a paso bicicleta, para disfrutar de todo ese panorama alpino.
tachan!!! pa una moto que habia y me sale en la foto. |
el paso al completo
Una vez satisfecha mi parte viajera y conociendo ya a lo que me enfrentaba, me metí un café italiano al cuerpo , me apreté la cazadora y los guantes y me decidí a pasarlo de nuevo , pero esta vez dando gas a fondo, a sacar pata en cada tornante y limar la goma de las estriberas.
Fue una maravilla ir adelantando algunas motos con mi clasica en la subida , gracias al gigantesco par motor que me hacia salir disparado de las tornantis, que son curvas de 180 grados y donde mas se notaba mi diferencia con otras motos.
las 78 tornantis del Stelvio desde Prato allo Stelvio a Bormio
La agilidad de la Royal enfield unido
al par motor me permitían trazarlas mas cerradas y salir dando gas
desde abajo.
Al llegar arriba , ya por segunda vez ,
me di cuenta que ya empezaban a acumularse moteros en las tiendas de
la cima, y al empezar a bajar tuve que aminorar la marcha pues el
freno trasero de tambor se calentaba demasiado. Aun así nadie me
adelantaba, no se si por que habían pocas motos o porque yo iba muy
fuerte.
Faltaría a la verdad si dijera que no
me adelanto nadie en todo el stelvio de vuelta. Pues después de un
semáforo , si hay como 4 en todo el recorrido por obras o por una
galería demasiado estrecha, me adelantó una BMW de sport que iba
realmente fuerte, y decidí seguirla, se aprecia en el vídeo como no
se me despega en las 4 o 5 tornanti que siguen al adelantamiento,
pero en cuanto empezó la carretera mas recta sus mas de 100CV contra
mis 27 marcaron la diferencia.
Bueno al final fueron 78 tornanti que
disfrute como un niño, y eso solo las de vuelta, que si sumas las
de ida, el paso de Maniva, Croccedomini,Mortirolo, Gavia, Tonale,
Carlo Magno, y demás carreteras de montaña , hicieron que en la
segunda noche que pasé en el camping de Verona solo hiciera que
soñar en “tornantisssssss”.
2 dias , 1000Km , 400 de autopista a 120 de media, y mucha ilusión y cansancio quedaron atrás....
parada a comer en una tornanti , claro...... |
atardecer desde el camping de Verona |
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